lunes, 5 de mayo de 2008

Cartas de amor


Estoy encantada de escribir cartas y de recibirlas. Aunque ahora lo reservo casi únicamente para las cartas de amor. Para lo demás ya no hay tiempo y está el teléfono, el mail, y el silencio. Con la ilusión del amor, recupero de los métodos útiles del siglo XIX, esa técnica amorosa que ha sobrevivido a través de los tiempos, que es la belleza de enviar y recibir cartas y postales. Sí, cartas, habéis oído bien, no mails. Y escritas a mano. Sí, volvéis a oir bien.

La tristeza y el desánimo atenazan a los amantes a distancia. Para conjurar los demonios de la soledad fraccionada y daliniana de los amantes la gente devora las líneas telefónicas. Aún así, para el amante nunca es suficiente.

Desde los tiempos en que el egipcio enviaba a su amada un papiro con el dibujo de él cazando (mensaje= soy fuerte en la vida y en la cama, cae en mis brazos ya cervatilla, y no hagas caso de ese atractivo hitita que pasea bajo tu ventana con su carro) sigue siendo una sensación indescriptible el abrir el buzón y descubrir un sobre colorido para ti que no es una factura ni publicidad del PRYCA.

Sabed que la llama del amor se puede mantener con un sobre de 0,10 centimos más dos folios robados. Pero cuando se quiere ser excelso, se puede transmitir el sentimiento en la presentación de la misiva: Sobre bastante pijo = 1 euro, Sobre mega pijo = 2,60 euros, Sello = 60 cents.

El contenido debe variar de acuerdo con la pareja afectada En mi caso:

  1. Mayoritariamente un conjunto de ideas inconexas de cómo me fue la semana escritas con microletra e intercaladas con corazoncitos, mensajes de amor y pegatinas de corazones y hadas. (sí... increible cursileria)
  2. breves fragmentos de libros que me gustan
  3. fotocopias de tiras cómicas que me hacen reir, (o el original) como la pagina FORGES que arranqué el otro dia del LECTURAS en la peluqueria…
  4. como excepción, objetos románticos hechos con papiroflexia. Lamentablemente como solo tenia uno y no me acuerdo ya como se repite, o sea que ya no puedo reeditar la hazaña, pero creedme, el famoso “beso de papel” causó sensación.
  5. Cd’s con fotos y recopilaciones de musica preferida

Gracias a estas cartas y al hecho de que mi temperamento impaciente me impide releerlas, mi pareja puede descubrir todas las ideas estrambóticas que se me ocurren a ratos perdidos, o como me aburro mientras finjo tomar apuntes de algo, y retazos de mi personalidad fotografiada (de forma irrepetible adiosgracias), que quizá le hagan huir con sumo pavor, a pesar de que ya aviso previamente de que en mi cabeza saltan las ideas como pulgas... a toda velocidad… totalmente inconexas y volátiles como la pólvora.

En estos tiempos duros, una carta de amor da una inyección de ilusión que necesitan los corazones expectantes, repito que la sensación de abrir el buzón y ver una carta de amor es estremecedora, casi mejor que meterse en la cama y leer la carta antes de dormir... que no es poco.

2 comentarios:

Spring dijo...

...preciosas cartas, preciosas palabras y preciosa mujer...

Llevo conmigo la 'penúltima' carta y Tu Beso...

Lewis dijo...

¡Qué guay! A mi me gustan mucho las cartas. Yo y mi amor aunque nunca hemos estado lejos siempre nos hemos escrito cartas, sobre todo al principio...
Ahora nos dejamos notas: "acuérdate de apuntar a la gorda al comedor"; "compra leche"; y demás cosas cotidianas, pero siempre acaban con posdata romántica, jajaja...
Bueno... ya sabéis que me encantais, verdad?
Besitos.

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