transcendental...

No sé si alguna vez os habéis parado a pensar en la importancia que tiene una acción, una palabra, una mirada... o simplemente una sonrisa... ayer realmente me di cuenta de que hasta una pequeña tonteria puede ser transcendental en tu vida o en la de los demás...

Spring no sé si te acordarás de esto, creo que te lo he contado... este verano trabajando, estaba en un parque de Barna. Allí normalmente se juntan varios "sin hogar", y se sientan en los bancos a beber, a plena luz del día. Bueno, el caso es que uno empezó a meter en mi bolsa latas de cerveza, yo al principio pensé que estaban vacías y me estaba tirando basura, entonces me acerqué y me di cuenta de que me estaba metiendo cervezas llenas, wisky, colonias, champú, desodorantes, hasta me había metido tres paquetes de jamón serrano... le pregunté que qué hacía. Y entonces me dijo que lo robaba en el super que había enfrente y que me lo daba. Yo me quedé flipada porque no sabía por qué lo hacía, al principio pensé que querría dinero, pero no. Estuvimos nada, diez minutos hablando, de aquella manera, porque se le entendía fatal, entre el pedo que llevaba y que era extranjero, me dijo que llevaba dos meses en España, era rumano, y que robaba para comer. Así que le dije que yo no quería aquellas cosas que se las quedara él. Insistió en que me lo quedará y como que no quería llevarle la contraria así lo hize. Me dijo que se llamaba "Manolo", me besó la mano y me dijo que sólo quería que hablara bien de él (paranoias del alcohol, pensé yo), así que creo que le conté esto a casi todo el mundo que conozco.
Recuerdo que le dije que lo que tenía que hacer era buscar trabajo y dejar de beber...
En fin... no lo volví a ver por aquel parque. Han pasado ya unos cuantos meses, y por casualidad lo vi ayer en el autobús. Al principio no lo conocí, pero eso que nos quedamos mirando y piensas "me suena su cara pero no sé de qué", Se me acercó y me dijo ¿Ana?, ostiaaa, me acordé de él. Que punto... habla que te cagas español, y está trabajando de camarero en castefa.
Os cuento esto no porque crea que yo tenga algo que ver en ese cambio, ni muchísimo menos, os lo cuento porque me ha encantado ver como ha cambiado su vida, el gran esfuerzo que habrá tenido que hacer para cambiar su destino. Supongo que no lo volveré a ver, quién sabe, no le di mi teléfono, ni nada, tampoco tengo interés, me conformó con ver que todo le va bien.