La lección que me trajo el año nuevo

Pensé que era medianamente inteligente. O al menos esa es la imagen que todos ven. Pero como dicen, "las apariencias engañan"

Me he enamorado y sufro por alguien que no siente nada por mí (o al menos no suficiente) y que además no se da ni cuenta. Os direis que esto es algo super frecuente, que pasa muy a menudo, pero la ironía es que tengo 35 años y es la primera vez que me pasa.

He jugado toda mi vida con fuego y he salido siempre ilesa. Puede que fuera hora que me quemara.

Y si lo pienso friamente puede que fuera la lección que me faltaba.

Ahora me encuentro al otro lado, puedo sentir lo que otros ya sintieron conmigo. Es gracioso ver a otro haciendo y diciendo cosas que antes salían de mi boca. Jugando al juego del que yo era experta. Sin darse cuenta de las consecuencias que producía en el otro.

Intento pensar que esta vez la diferencia fué que el juego había cambiado ligeramente. Esta historia empezó de la forma que ahora está por desgracia tan de moda: solo somos amigos y vamos a pasarlo bien. Yo no quiero pareja, no vamos a pensar en nada ... Mentira. Mi cabeza no funciona así y espero que las lecciones de la vida no me obliguen a pensar así.

Yo siempre decía que nunca había hecho daño a nadie intencionadamente. Me equivocaba. Porque yo sabía que estaba jugando y el que estaba delante sufría.

Sí, esa es la lección que faltaba. Ahora ya no podré volver a hacerlo sin pensar que ya conozco las consecuencias.

Nadie está obligado a sentir nada por alguien, aunque este nos lo entregue todo. pero la persona que está más fría sí tiene la obligación de parar a tiempo.

Gracias M, mi nómada, por enseñarme lo que me faltaba.